Crecí en un entorno muy especial, una familia formada solo por mujeres, éramos
vegetarianas, mi madre hacía yoga, meditaba, y todo lo que ahora nos parece cotidiano y
accesible no lo era por aquel entonces, yo era “la rara”.
En paralelo, la autodisciplina siempre ha formado parte de mi rutina. Me encantaba hacer
deporte e hice ballet clásico toda mi niñez y adolescencia, así que el entusiasmo por la
expresión y la conexión con el cuerpo son naturales en mí, fomentando el desarrollo de
mi creatividad, lo que finalmente me llevó a formarme también en mi otra pasión, el
mundo audiovisual y la interpretación.
Sin embargo, la gran influencia de mi madre fue despertando mi interés por el cuidado de
la salud a un nivel más profundo. Fue entonces cuando el Yoga, que me acompañaba
desde los 10 años, se reveló como una herramienta de crecimiento, sanación y
equilibrio esencial en mi camino, tanto personal como profesional.
Tras haber emprendido como empresaria consciente fundando una compañía de salud
corporativa, dediqué 6 años a acercar esta disciplina a los entornos más cotidianos,
enseñando educación postural y gestión del estrés a través del Mindfulness, diversas
técnicas de Pranayama y yoga adaptado al trabajo.
En la actualidad, vivo en Atenas y estoy centrada en el yoga online, lo que me ha dado la
oportunidad de fusionar mi pasión por la cámara y poder compartir este conocimiento con
mayor libertad, llegando también a más personas.
La formación continua es muy importante para mí, por eso, llevo años estudiando distintas
corrientes para enriquecer mi práctica y pedagogía. Mi base es el Hatha Yoga, pero la
tendencia ha sido abrirme a corrientes más activas como el Vinyasa o el Ashtanga, y a
centrarme en la salud femenina formándome en Yoga para el embarazo y el posparto.
Tengo una estrecha relación con el sentido de la acción y me identifico especialmente con
estilos dinámicos, apoyados sobre una fuerte base anatómica y filosófica.
Mi práctica personal también bebe de estilos suaves y restaurativos como el Yin o el
Yoga Nidra; que me parecen básicos para equilibrar la balanza en el mundo acelerado en
el que vivimos.
Trato de imprimir optimismo y alegría de vivir en mis clases, talleres y retiros, y disfruto
animando a yogis y yoginis de todos los niveles a explorar nuevos caminos en el
movimiento, a despertar su energía creativa, practicar desde el respeto hacia uno mismo y a
profundizar en el conocimiento de sus límites desde una actitud curiosa y lúdica, alejada del
perfeccionismo y más alineada con la aceptación, la paciencia, la compasión y las
capacidades que hacen único a cada individuo.
Pero, por encima de todo, me considero una eterna alumna y sigo explorando con
dedicación y humildad el infinito océano que es esta disciplina, enriqueciendo mi práctica
con otros profesores, cursos y nuevas experiencias que continúen abriendo mi mente y mi
espíritu.
Siempre tengo ganas de hacer cosas y de ahí surgió el movimiento Secret Yoga Club en
España, eventos presenciales en localizaciones únicas y secretas. He sido
coordinadora de Project Yoga, iniciativa de carácter humanitario desarrollada en Grecia,
en la que impartí clases diarias para la comunidad de refugiados y dirigí una formación de
profesores para voluntarios, refugiados y afectados por el conflicto bélico de Siria.
Como comunicadora innata que soy, también colaboro asiduamente con publicaciones
sobre yoga, bienestar y estilo de vida en las revistas Instyle, Yoga Spirit España y
Women’s Health, firme en mi propósito de seguir despertando y expandiendo
conciencias.
Actualmente formo parte del equipo de Televisión Consciente, donde
cuento con una biblioteca de clases de yoga y otros contenidos sobre crecimiento
personal, participo en otros proyectos delante y detrás de la cámara, y sigo conectada con
mi Dharma: ayudar a las personas a vivir mejor, quererse más y cuidarse con
conciencia.